A continuación presentamos el testimonio de Gustavo Swayne quien estuvo presente el día en que ocurrieron los incidentes con los pescadores en la Playa Cabo Blanco. Este relato llega gracias a www.dunkelvolk-peru.com / Fotografías: surfcamsperu.com
Pero los pescadores seguían tercos, porque seguramente obedecían a sus dirigentes y no nos hacían caso, y en un momento hubo bastante tensión pues no sabíamos si meternos al agua o no, porque si nos metíamos, ¿qué podían hacernos los pescadores? Estaban molestos, tal vez nos podrían tirar piedras, o de repente se metían al hotel para saquear nuestras cosas, y en realidad no sabíamos qué podía pasar.
Fue en ese momento cuando Gabriel Aramburu dijo “¡ya, me voy a meter!”, se puso el wetsuit y ‘Chendo’ lo acompañó junto a ‘Chalupas’; y ellos tres se metieron primeros, se metieron corriendo al agua, y apenas los pescadores que estaban en el muelle vieron que ellos estaban en el mar, empezaron a silbar y, de la nada, se juntaron todos los pescadores que eran como 150 personas o fácil mas (muchos era pescadores de El Alto y otros tenían pinta de agitadores) y se fueron a la orilla y le empezaron a gritar a los tablistas que salgan, que salgan. Igual chequeábamos todo con un poco de humor, pero también con la incertidumbre de no saber qué iba a pasar.
Fue entonces cuando algunos de los pescadores se metieron en un bote, donde había como quince de ellos, y se metieron a cazar a los tablistas, a pescarlos. Se acercaban a los tablistas que estaban en el agua, y los tablistas cada vez se acercaban más al ‘reef’, para que los pescadores no pudieran alcanzarlos.
Felizmente no entró una serie grande en el momento en que la embarcación estaba cerca al ‘reef’, porque ahí la cosa hubiera sido peor, la lancha se hubiera volcado y nos iban a echar la culpa a nosotros.
Nosotros estábamos chequeando todo eso desde El Merlín, que está ahí no más, y entonces como que algunos pescadores vieron que estábamos mirando y se acercaron corriendo hacia el hotel para decirnos: “¡díganles a sus amigos que salgan, que no queremos hacerles nada pero ustedes nos están obligando!” Pero nosotros tratábamos de hacerles entender que no teníamos la culpa de lo que estaba pasando.
Después de un rato, cuando los tablistas salieron del agua, salió Gabriel Aramburu y junto a él salieron todos, pero antes se había metido Eduardo Cáceres también, como que les dijo a los pescadores, “ya, yo me voy a meter a sacarlos”, pero Eduardo no se metió a sacarlos porque lo único que quería era meterse al menos un tubo. ‘Chalupas’ se metió un buen tubo y la gente de El Merlín lo celebró, y fue por eso también que los pescadores se picaron un poco. Gabriel Aramburu también se agarró dos olas buenas y se metió un par de tubitos. Pero bueno, salieron del agua y todo, los pescadores se acercaron y dijimos “Uy, ahora le van a hacer apanado al ‘Colorado’ Aramburu”, pero felizmente no pasó nada, todo quedó en palabras.
De allí llegaron los tablistas locales de la zona, que no habían podido ingresar a Cabo Blanco en toda la mañana porque los pescadores habían cerrado todos los caminos de acceso. Desde las 5 de la mañana nosotros veíamos las lucecitas blancas de los carros que venían, se quedaban en un sitio, y después veíamos las luces rojas cuando se quitaban. Y así un montón de carros que no podían entrar a Cabo Blanco.
Eran los locales: Bruno Mesinas, David Fiorani, Germán Aguirre, Raúl Ríos, etc. Finalmente como a las 11 am pudieron entrar, y como algunos de ellos también pescan y conocen a varios pescadores, hablaron con ellos y la verdad es que no sé en qué habrían quedado, pero se fueron.
Todos los locales de Máncora, de Órganos se fueron y dejaron que los pescadores siguieran con su manifestación.
Después llegó la fiscal con unos policías y hubo una reunión, a la cual todos nosotros, los tablistas que estábamos ahí también acudimos para escuchar lo que se iba a decir sobre lo que estaba pasando.
Los pescadores le contaban a la fiscal lo que estaba sucediendo, y la fiscal sacó un papel que había llegado el día anterior, donde decía que sí, que la Fenta se había opuesto a la construcción del muelle, pero que igual se iba a construir el muelle, siguiendo especificaciones técnicas.
Fondepes es la empresa que ha mandado el presupuesto y que tiene la licitación para construir el muelle, y la fiscal le dijo claramente a los pescadores que ellos no podían cerrar las pistas, y también les dijo que no podían prohibirnos a los tablistas entrar al mar, porque actuando de esa manera estaban infringiendo la ley y ella, como fiscal, podía tomar acciones legales y meter a la cárcel a los que estaban haciendo eso.
Bueno, la cosa es que estuvieron más de una hora discutiendo los mismos temas repetitivamente, porque los pescadores no querían entender, y la fiscal también estuvo asesorando a los pescadores diciéndoles que ellos también tenían derecho a quejarse, pero que esa no era la manera. Y bueno, la fiscal logró hacer entrar en razón a los pescadores y al final ya pudimos entrar por fin al mar, más o menos a las 2 y media de la tarde.
Por un rato nos ganamos porque pensamos que ya todos los locales que se habían ido y no iban a regresar, y hasta las 4 y media de la tarde corrimos solos, pero después empezaron a llegar en mancha todos los locales.
Justo cuando pudimos entrar, las olas no estaban muy buenas porque había subido la marea, pero esperamos y como a las tres y media nos metimos varios y nos ganamos. En total la manifestación de los pescadores duró como 10 horas. De hecho el momento en el que hubo más tensión fue cuando se metieron los tablistas a correr. Pero eso también ayudó un poco, porque hizo que todos los pescadores se junten (antes habían estado separados, porque unos estaban en la playa y otros cerrando la pista del norte y la pista del sur). Empezamos a hablar con todos juntos, y ya no dispersos como antes. Al final ya se reunieron todos y pudimos conversar.
Ha sido la primera vez en mi vida que me ha tocado vivir una situación como ésta, en Cabo Blanco o en cualquier otra playa peruana, y ha sido la primera vez también para todos los que estuvimos allí, porque nunca había pasado una cosa así en Cabo Blanco.
Yo en realidad no tuve ningún altercado con ningún pescador, es más, los días siguientes yo pasaba por las calles y los saludaba como siempre lo he hecho porque son personas que vas a ver siempre que vayas a Cabo, porque viven ahí y yo sé que no todos tienen la culpa de lo que había sucedido. No tengo nada en contra de se quejen, pero lo único que me molestaba era que no podía correr tabla. Había pagado mi pasaje, había pedido permiso en el trabajo, había hecho todo el viaje hasta Cabo Blanco, y llegando a la playa, que no me dejaran correr me había molestado.
De hecho en los días siguientes había un poco de tensión porque los pescadores estaban medio resentidos, pero de ahí no pasó nada más.
Todos sabemos que el muelle de Cabo Blanco está mal construido y que está a punto de colapsar porque la ola justo revienta contra la punta del muelle, pero ahora quieren hacer un muelle en la zona de Panic Point donde el oleaje es más fuerte. Es más, antes ya existía un muelle en Panic Point, hay restos de un muelle allí, pero lo sacaron para construir el de Cabo Blanco y la gente del norte me ha contado que ellos corrían igual, cuando ese muelle estaba allí en Panic Point. Pero yo creo que el nuevo muelle no lo van a hacer allí, y si lo llegan a hacer, tendría que ser un muelle que se haga de tal manera que no afecte el arenamiento de Cabo Blanco ni el de Panic Point, pero por otro lado se está diciendo que lo podrían hacer en Pico Point, que es la otra punta que está más al norte, pero creo que para eso necesitan una mayor inversión.
Pero si Fondepes quiere hacer otro muelle en Panic Point, y dice que no va a afectar las olas, ¿cómo nosotros, los tablistas, vamos a estar seguros de que no va a pasar nada si es que Fondepes hizo el muelle de Cabo Blanco y lo hizo tan mal que está a punto de colapsar?
Digamos que con Fondepes tenemos un precedente no muy bueno, más bien malo, pero muy malo.
De todas maneras los pescadores necesitan su muelle, porque cuando el mar crece ellos no pueden entrar a pescar, es muy difícil y peligroso, se pueden ahogar o les puede pasar algo feo, pero yo creo que lo mejor sería ubicar el muelle por Pico Point, ése sería el mejor lugar, aunque dicen que por las piedras no se puede hacer, pero yo creo que en verdad si hay dinero de por medio sí se puede lograr hacerlo.
Si llegan a destruir las olas de Panic Point y Cabo Blanco sería un crimen contra la tabla, porque son dos de las mejores olas del Perú, que tienen una calidad mundial. Son dos olas tubulares, largas, perfectas, y en verdad sería realmente un crimen destruirlas, una pérdida total. Así como ha pasado en El Ñuro, en El Varadero, una ola que se ponía pocas veces al año, pero cuando se ponía se ponía increíble pues, era una ola larguísima y tubular, pero construyeron el muelle y ahí acabaron con la ola. Bueno, en realidad sólo acabaron con una parte de la ola, porque si entra una crecida gigantesca de todas maneras El Ñuro va a sacar olas, pero por ese muelle el recorrido de la ola va a ser más corto, y correrla va a ser más peligroso porque va terminar contra el muelle.
Al final todo pasó, se arreglo la situación por el momento, la gente se ganó con las olas todo el fin de semana, cuatro días perfectos, y me gustaría decir también que, en verdad, yo no estoy en contra de los pescadores, que se hayan quejado y todo eso, porque según ellos unos dirigentes vinieron a Lima a hablar con la Fenta y no les dieron ni bola, y si tú te pones en su lugar, a ti te molestaría también que te hagan eso, ¿no? Entonces también hay que ponerse un poco en los zapatos de las otras personas, a veces.
Dentro de este contexto, me parece que la realización del tradicional campeonato de tabla en Cabo Blanco va a tener un poco de dificultades este año, pero eso ya depende de los organizadores, y de que ellos hablen con los pescadores y lleguen a un acuerdo. Porque si lo hacen sin antes haber aclarado este asunto, asumo que los pescadores no se van a quedar con los brazos cruzados".
Gustavo Swayne
"Planeé el viaje a Cabo Blanco con anterioridad, pues había hablado con Gonzalo ‘Chendo’ Velasco y habíamos estado chequeando una crecida que había reventado en Hawai con buen tamaño y sabíamos que de todas maneras iba a llegar a Perú. Una crecida norte como esa, con buen tamaño, iba a provocar que Cabo Blanco se pusiera buenazo, además que la arenada estaba en su sitio, así que planeé bien mi viaje, Dunkelvolk me apoyó para que me pudiera tomar fotos allí, y compré mi pasaje de avión para el jueves 12 de noviembre y salimos rumbo al norte.
En el aeropuerto Jorge Chávez nos encontramos con Eduardo Cáceres y nos contó que había alquilado una camioneta. Llegamos al aeropuerto de Piura como a las 9 de la noche y, luego de viajar por carretera, previa parada en un restaurante piurano, llegamos a Cabo Blanco a la medianoche, donde pasaríamos la noche en el hotel El Merlín. Jateamos esperando que ya fuera el día siguiente porque estábamos con unas ganas increíbles de correr, y como a las 5 de la mañana escuchamos bulla en el hotel. No sabíamos qué había pasado, entonces salimos a ver y nos enteramos que los pescadores habían levantado a la gente que estaba acampando y los habían botado de la playa a las 4 de la mañana diciéndoles que ese día nadie se iba a meter a correr, y también botaron a otra gente que estaba a punto de meterse al agua antes de que amanezca completamente, a ellos tampoco los dejaron correr.
Pasaban las horas y nosotros estábamos en el hotel, pasándonos de vueltas porque Cabo Blanco estaba echando luces, sacando unos tubazos, y estábamos medio molestos porque la gente había gastado su billete para ir a correr una playa que se pone pocas veces al año y no podíamos correr, y para colmo era Viernes 13.
Hablamos con los pescadores y nos explicaron por qué estaban haciendo eso, nos dijeron que ellos querían hacer su muelle ya, y que la Federación Nacional de Tabla (Fenta), se había opuesto a eso y había atrasado la construcción del muelle, y los pescadores estaban molestos con los tablistas en general porque pensaban que a nosotros nos representaba la Fenta (como si fuera un gremio o un sindicato), y les dijimos que a nosotros no nos representaba nadie, que éramos personas independientes, y que esa decisión no la tomábamos nosotros, sino que la tomaba la Fenta.
Pero los pescadores seguían tercos, porque seguramente obedecían a sus dirigentes y no nos hacían caso, y en un momento hubo bastante tensión pues no sabíamos si meternos al agua o no, porque si nos metíamos, ¿qué podían hacernos los pescadores? Estaban molestos, tal vez nos podrían tirar piedras, o de repente se metían al hotel para saquear nuestras cosas, y en realidad no sabíamos qué podía pasar.
Fue en ese momento cuando Gabriel Aramburu dijo “¡ya, me voy a meter!”, se puso el wetsuit y ‘Chendo’ lo acompañó junto a ‘Chalupas’; y ellos tres se metieron primeros, se metieron corriendo al agua, y apenas los pescadores que estaban en el muelle vieron que ellos estaban en el mar, empezaron a silbar y, de la nada, se juntaron todos los pescadores que eran como 150 personas o fácil mas (muchos era pescadores de El Alto y otros tenían pinta de agitadores) y se fueron a la orilla y le empezaron a gritar a los tablistas que salgan, que salgan. Igual chequeábamos todo con un poco de humor, pero también con la incertidumbre de no saber qué iba a pasar.
Fue entonces cuando algunos de los pescadores se metieron en un bote, donde había como quince de ellos, y se metieron a cazar a los tablistas, a pescarlos. Se acercaban a los tablistas que estaban en el agua, y los tablistas cada vez se acercaban más al ‘reef’, para que los pescadores no pudieran alcanzarlos.
Felizmente no entró una serie grande en el momento en que la embarcación estaba cerca al ‘reef’, porque ahí la cosa hubiera sido peor, la lancha se hubiera volcado y nos iban a echar la culpa a nosotros.
Nosotros estábamos chequeando todo eso desde El Merlín, que está ahí no más, y entonces como que algunos pescadores vieron que estábamos mirando y se acercaron corriendo hacia el hotel para decirnos: “¡díganles a sus amigos que salgan, que no queremos hacerles nada pero ustedes nos están obligando!” Pero nosotros tratábamos de hacerles entender que no teníamos la culpa de lo que estaba pasando.
Después de un rato, cuando los tablistas salieron del agua, salió Gabriel Aramburu y junto a él salieron todos, pero antes se había metido Eduardo Cáceres también, como que les dijo a los pescadores, “ya, yo me voy a meter a sacarlos”, pero Eduardo no se metió a sacarlos porque lo único que quería era meterse al menos un tubo. ‘Chalupas’ se metió un buen tubo y la gente de El Merlín lo celebró, y fue por eso también que los pescadores se picaron un poco. Gabriel Aramburu también se agarró dos olas buenas y se metió un par de tubitos. Pero bueno, salieron del agua y todo, los pescadores se acercaron y dijimos “Uy, ahora le van a hacer apanado al ‘Colorado’ Aramburu”, pero felizmente no pasó nada, todo quedó en palabras.
De allí llegaron los tablistas locales de la zona, que no habían podido ingresar a Cabo Blanco en toda la mañana porque los pescadores habían cerrado todos los caminos de acceso. Desde las 5 de la mañana nosotros veíamos las lucecitas blancas de los carros que venían, se quedaban en un sitio, y después veíamos las luces rojas cuando se quitaban. Y así un montón de carros que no podían entrar a Cabo Blanco.
Eran los locales: Bruno Mesinas, David Fiorani, Germán Aguirre, Raúl Ríos, etc. Finalmente como a las 11 am pudieron entrar, y como algunos de ellos también pescan y conocen a varios pescadores, hablaron con ellos y la verdad es que no sé en qué habrían quedado, pero se fueron.
Todos los locales de Máncora, de Órganos se fueron y dejaron que los pescadores siguieran con su manifestación.
Después llegó la fiscal con unos policías y hubo una reunión, a la cual todos nosotros, los tablistas que estábamos ahí también acudimos para escuchar lo que se iba a decir sobre lo que estaba pasando.
Los pescadores le contaban a la fiscal lo que estaba sucediendo, y la fiscal sacó un papel que había llegado el día anterior, donde decía que sí, que la Fenta se había opuesto a la construcción del muelle, pero que igual se iba a construir el muelle, siguiendo especificaciones técnicas.
Fondepes es la empresa que ha mandado el presupuesto y que tiene la licitación para construir el muelle, y la fiscal le dijo claramente a los pescadores que ellos no podían cerrar las pistas, y también les dijo que no podían prohibirnos a los tablistas entrar al mar, porque actuando de esa manera estaban infringiendo la ley y ella, como fiscal, podía tomar acciones legales y meter a la cárcel a los que estaban haciendo eso.
Bueno, la cosa es que estuvieron más de una hora discutiendo los mismos temas repetitivamente, porque los pescadores no querían entender, y la fiscal también estuvo asesorando a los pescadores diciéndoles que ellos también tenían derecho a quejarse, pero que esa no era la manera. Y bueno, la fiscal logró hacer entrar en razón a los pescadores y al final ya pudimos entrar por fin al mar, más o menos a las 2 y media de la tarde.
Por un rato nos ganamos porque pensamos que ya todos los locales que se habían ido y no iban a regresar, y hasta las 4 y media de la tarde corrimos solos, pero después empezaron a llegar en mancha todos los locales.
Justo cuando pudimos entrar, las olas no estaban muy buenas porque había subido la marea, pero esperamos y como a las tres y media nos metimos varios y nos ganamos. En total la manifestación de los pescadores duró como 10 horas. De hecho el momento en el que hubo más tensión fue cuando se metieron los tablistas a correr. Pero eso también ayudó un poco, porque hizo que todos los pescadores se junten (antes habían estado separados, porque unos estaban en la playa y otros cerrando la pista del norte y la pista del sur). Empezamos a hablar con todos juntos, y ya no dispersos como antes. Al final ya se reunieron todos y pudimos conversar.
Ha sido la primera vez en mi vida que me ha tocado vivir una situación como ésta, en Cabo Blanco o en cualquier otra playa peruana, y ha sido la primera vez también para todos los que estuvimos allí, porque nunca había pasado una cosa así en Cabo Blanco.
Yo en realidad no tuve ningún altercado con ningún pescador, es más, los días siguientes yo pasaba por las calles y los saludaba como siempre lo he hecho porque son personas que vas a ver siempre que vayas a Cabo, porque viven ahí y yo sé que no todos tienen la culpa de lo que había sucedido. No tengo nada en contra de se quejen, pero lo único que me molestaba era que no podía correr tabla. Había pagado mi pasaje, había pedido permiso en el trabajo, había hecho todo el viaje hasta Cabo Blanco, y llegando a la playa, que no me dejaran correr me había molestado.
De hecho en los días siguientes había un poco de tensión porque los pescadores estaban medio resentidos, pero de ahí no pasó nada más.
Todos sabemos que el muelle de Cabo Blanco está mal construido y que está a punto de colapsar porque la ola justo revienta contra la punta del muelle, pero ahora quieren hacer un muelle en la zona de Panic Point donde el oleaje es más fuerte. Es más, antes ya existía un muelle en Panic Point, hay restos de un muelle allí, pero lo sacaron para construir el de Cabo Blanco y la gente del norte me ha contado que ellos corrían igual, cuando ese muelle estaba allí en Panic Point. Pero yo creo que el nuevo muelle no lo van a hacer allí, y si lo llegan a hacer, tendría que ser un muelle que se haga de tal manera que no afecte el arenamiento de Cabo Blanco ni el de Panic Point, pero por otro lado se está diciendo que lo podrían hacer en Pico Point, que es la otra punta que está más al norte, pero creo que para eso necesitan una mayor inversión.
Pero si Fondepes quiere hacer otro muelle en Panic Point, y dice que no va a afectar las olas, ¿cómo nosotros, los tablistas, vamos a estar seguros de que no va a pasar nada si es que Fondepes hizo el muelle de Cabo Blanco y lo hizo tan mal que está a punto de colapsar?
Digamos que con Fondepes tenemos un precedente no muy bueno, más bien malo, pero muy malo.
De todas maneras los pescadores necesitan su muelle, porque cuando el mar crece ellos no pueden entrar a pescar, es muy difícil y peligroso, se pueden ahogar o les puede pasar algo feo, pero yo creo que lo mejor sería ubicar el muelle por Pico Point, ése sería el mejor lugar, aunque dicen que por las piedras no se puede hacer, pero yo creo que en verdad si hay dinero de por medio sí se puede lograr hacerlo.
Si llegan a destruir las olas de Panic Point y Cabo Blanco sería un crimen contra la tabla, porque son dos de las mejores olas del Perú, que tienen una calidad mundial. Son dos olas tubulares, largas, perfectas, y en verdad sería realmente un crimen destruirlas, una pérdida total. Así como ha pasado en El Ñuro, en El Varadero, una ola que se ponía pocas veces al año, pero cuando se ponía se ponía increíble pues, era una ola larguísima y tubular, pero construyeron el muelle y ahí acabaron con la ola. Bueno, en realidad sólo acabaron con una parte de la ola, porque si entra una crecida gigantesca de todas maneras El Ñuro va a sacar olas, pero por ese muelle el recorrido de la ola va a ser más corto, y correrla va a ser más peligroso porque va terminar contra el muelle.
Al final todo pasó, se arreglo la situación por el momento, la gente se ganó con las olas todo el fin de semana, cuatro días perfectos, y me gustaría decir también que, en verdad, yo no estoy en contra de los pescadores, que se hayan quejado y todo eso, porque según ellos unos dirigentes vinieron a Lima a hablar con la Fenta y no les dieron ni bola, y si tú te pones en su lugar, a ti te molestaría también que te hagan eso, ¿no? Entonces también hay que ponerse un poco en los zapatos de las otras personas, a veces.
Dentro de este contexto, me parece que la realización del tradicional campeonato de tabla en Cabo Blanco va a tener un poco de dificultades este año, pero eso ya depende de los organizadores, y de que ellos hablen con los pescadores y lleguen a un acuerdo. Porque si lo hacen sin antes haber aclarado este asunto, asumo que los pescadores no se van a quedar con los brazos cruzados".
Gustavo Swayne
